La casa de mi abuela estaba encantada. La habitaban muchos fantasmas. Y no en la oscuridad. Algunos aparecian en pleno día, con toda la insolencia que puedas imaginarte. Impertinentes. Esto también es muy comun en en la casa de las hermanas Vega dos hermanas solteronas. Allá, los fantasmas se pasean a la luz del día. Una vez vi una horda de fantasmas que trabajaban en el patio . Quitaban insectos de las plantas, pero ellas ya estan muy acostumbradas, hasta platican con ellos Esas mujeres dicen que eran muy bonitas, hermosas suaves, de posturas magníficas, arrogantes; con una estructura ósea tan fina como la de los gatas. Además, poseen cierta fascinante agresividad a pesar de su larga edad ya van para los setenta anos. Bueno ellas como son solas y solo ocupan dos cuartos, han hecho de su enorme casa una casa de huesped, aunque solo habitan dos personas la senora Amanda y yo. La senora Amanda es una mujer muy extrana no sale de su cuarto todo el dia se la pasa dentro de el, las hermanas se encargan de llevarle la comida y su ropa limpia, aunque aparentemente es una anciana muy solitaria, no lo es. Todos los dias reciebe visitas de hombres desde temprana hora, desde jovencitos rosando los quince anos asta ancianos tocando ya la linea de la muerte a eso de las cinco de la manana ya empiesan a verse y oirse hombres en su cuarto asta largas horas de la noche se puede oir la puerta de su habitacion siempre lleba ese collar de perlas que hace juego con sus aretes, sus lentes de fondo de botella que hacen ver sus ojos tan obscuros como la boca de un lobo, es ciega y tambien imbalida, perdio la movilidad de sus piernas según esto desde joven por una santa golpisa que le puso su abuelo, al descubrirla con un hombre platicando a las afueras del pueblo, cuentan que nunca mas volvio a sentir sus piernas. Por eso no podia dezplasarse sin su andador. Aparte de su collar que nunca se quita, siempre trai puesto sus vestidos de noche rojos, negros, blancos, gindas de todos colores tiene como si estuviera a punto de salir a trabajar en una revista de modas. Sin embargo, como les digo, nunca abandona su habitacion, simplemente se sienta en un comodo y largo sillon y recibe visitas.La senora Amanda era la unica que tenia balcon, y desde oras muy tempranas se oia que aventaban piedritas a la ventana de la misma, tambien tenia su celular propio donde acomodaba y acordaba las visitas que tendria durante el dia. La insertidumbre me mataba, quien era, que hacia, tal ves era una mujer muy inteligente y les gustaba hablar con ella, una especie de sacerdote y psicologa a la vez. pero no nada me decia nada, ni ella me hablaba ni yo me atrevia a hablarle, aunque he de confesar que me moria por aserlo, pero una noche no agunete mas la insertidumbre literalmente me mato, asi que mire el reloj y eran masomenos ya la media noche, me puse calcetines y me deslise suabemnte sobre el piso para que no se olleran mis pasos, entonces logre ver por la apertura de la puerta la imagen reflejada en el espejo, la mujer no estaba hablando con el hombre, ni era una sacerdota ni mucho menos una psicologa la pocision del hombre hacia evidente lo que la mujer le hacia, unas cuantas mamadas en su miembro, mientras que con su mano deslizaba los dedos, tocando suabemente la cabeza del ya dilatado y lubricado pene. Esa ecesena se repito mas de media hora, asta que por fin el hombre se digno a venirse saltando todo a la cara de la muejer, al istante se limpio con una toalla dejo un billete y se retiro, para esto yo ya estaba en mi cuarto tapado de pies a cabeza, analizando lo que habia visto… Como era posible que una mujer de su edad se prestara a semejante cosa, como era posible que a esos hombres ( algunos nada feos) se prestaran a tener esa intimidad con esa mujer, que aunque no era fea, pero si muy vieja, les recuerdo que ya tambien rondaba los setenta anos. Y miles de arrugas en su cara.
A la manana siguiente me sente junto a la puerta de la anciana y con ojos de lujuria veia a todos los hombres que entraban, entraban con la cara de muertos y salian riendose solos, que apoco les gustaba, creo que en las esquinas pueden encontrar mujeres que arian lo mismo y supongo que mucho mejor poes son jovenes y bellas. Pero porque venian con ella. Por mi mente paso llamar a su celular y hacer una cita, pero al instante me dio remordimiento por mi sucio pensamiento y me levante, Sali a tomar el fresco al parque de enfrente. Casi junto a mi entro un hombre que pregunto por la senora Amanda. -si aquí vive- le respondi - ahí que bueno – pense que no la encontraria nunca, usted tambien es cliente?- me pregunto el hombre - si, respondi rapidamente,- - dicen que es muy buena, que tiene una lengua, y unas manos que hacen el amor con el pene, que hay de cierto en eso? me quede bobo con las palabras del hombre no sabia que responder pero respondi que si, que era cierto, luego el hombre subio desesperado con esa cara de tonto que tenia y a los escasos dies minutos salio como riendose de la vida, incredulo subi las escaleras pase por el cuarto de la senora y toque su puerta, agradable me invito a pasar, y lo demas no lo contare, me da pena, pero les dire, que por primera vez supe lo que es reirse de la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario